Cuando una tarde de otoño decides llevar a un peque a dar una vuelta por la playa,te das cuenta que el ojo infantil aprecia muchas más cosas que a los adultos nos pasan desapercibidas.
Este puñadito de conchas es una muestra de que pasito a pasito se recoge y qué bello es el resultado.
Me gustan las fotos de manos y tambien las conchas. Yo todavía recojo conchas de la playa porque me parecen pequeños tesoros procedentes del mar que estaban esperando a ser encontrados. Luego, cuando vamos de acampada, hacemos collares con ellas y no nos los quitamos en todas las vacaciones.
Bueno V, ya has publicado en el fotolog y me hace mucha ilusión tener una nueva colaboradora. Cuando tengas una foto que te apetezca enseñarnos, aquí tienes un rincón donde contar algo sobre ella. Ya veras que esto engancha.
Un beso.
Jmarior
A mi me parece una foto muy entrañable.Las manos siempre nos dicen algo y en este caso me parecen manos sinceras y tranquilas .Bonita foto.
GRACIAS María! si es cierto, son manos sinceras. Saudiños