Una foto interesante debe contener uno o más elementos que atraigan la vista del espectador y mantengan sobre ellos su atención. Así, cuando observes tu escena debes identificar el centro de atención.

Una cara con sonrisa para un retrato; un animal -en este caso un insecto- en acción; en un espectáculo, el artista o el público; en una reunión de amigos, un grupo; en un paisaje, un perfil, gotas de agua congelada o en movimiento… ¿lo tienes? ahora encuadra, mide la luz, enfoca y ¡dispara!

Un bicho atravesó mi toalla

Si llevas siempre una cámara encima las oportunidades de fotografiar lo ordinario y lo extraordinario se multiplican. Una tarde de verano, un bicho atravesó mi toalla. Paseaba, explorando como si yo no estuviese allí. Como estaba al amparo de un árbol, la sombra de sus hojas formaba manchas de claros y oscuros sobre la tela.

Establecí modo macro y medición puntual en el fotómetro -en una cámara compacta estas opciones también existen- para medir la luz sobre el color azul, bloqueando la exposición allí. El control de la exposición dejó la zona de sombra casi como un halo negro que emulaba un escenario improvisado para nuestro protagonista.