Uno de los momentos que más espera un fotógrafo es el de mostrar el resultado de su trabajo a sus protagonistas. Resulta muy gratificante si además de contar historias, tus imágenes consiguen transmitir sensaciones y provocar sentimientos. Sabrás entonces que has logrado la mayor recompensa a tu trabajo: comunicar y emocionar.
A menudo constituye una motivación adicional, imaginar durante la toma el efecto que puedes conseguir sobre los futuros espectadores. Esto hace que pongas más esfuerzo y cariño a la hora de tomar tus fotos.
Revisando fotos de familia
Todos disfrutan de un pase de fotos que tomé en una reciente celebración familiar. Lograr siete sonrisas sin posar para la cámara es todo un logro compositivo. Observar cómo están disfrutando de ellas, casi reviviendo el momento en el que fueron tomadas, es una enorme satisfacción.
El consejo de hoy, es aportación de una fan incondicional de este fotolog, Pilar G. Cuándo revelé esta foto, sus palabras cobraron todo el sentido.
- Cámara Canon PowerShot G15
- Fecha 2013:10:20 16:09:32
- Programa M
- Focal 6.1mm
- Apertura f/1.8
- Exposición 1/30 · 0.033s
- ISO 800
- Exposición Manual
- Balance de blancos Automático
- Medición Ponderada al centro
- Espacio de color sRGB
- Software de revelado Aperture 3.5.1
- Dimensiones 1024*768 pixels
- Peso 0.26MB
- © www.jmarior.net
Sorprendente y entrañable esta foto de familia Mario. Felicidades, has conseguido que 7 adultos sonrían como niños sin preocuparse de la cámara porque están tan emocionados viendo tus fotos que lo único que hacen es disfrutar ese momento y ser felices. Esto es magia de la buena. No sé si el consejo es relevante pero el resultado práctico es genial.
Desde que comencé con los retratos, me di cuenta de que los adultos sonreímos mucho menos que los niños. Es más, cuándo lo hacemos para la cámara a menudo lo hacemos con risas forzadas.
De este invierno tan lluvioso tengo pocas fotos de exteriores, pero muchas fotos de familia. Esta es una de mis favoritas porque, aunque sabían que estaba ahí, nadie estaba atento a mi cámara, todos permanecían pendientes de las fotos… que por cierto, me hicieron pasar dos veces.
De tu lección no tengo más que decir, sólo que me aplico el método de aprendizaje de la esponja: me quedo con lo mejor de cada persona que me rodea, y la suma de todo es un compendio de experiencia extraordinario.
Mario,las fotos siempre nos haran recordar los buenos momentos y a las personas que queremos.
Esta foto ya fue especial cuando la hiciste y hoy aun cobra mas sentido,las sonrisas eran pura felicidad y eso es dificil que dure,lo que si nos duraara siempre es el instante magico que gracias a ti reviviremos siempre que la veamos.
María, me alegra tener fotos como esta. Son las que siempre quise tomar desde que comencé con la cámara. Es como enlatar un momento. Puedes tenerlo ahí siempre que necesites recordarlo mejor porque la imagen ya se ha difuminado en tu memoria. Entonces recuperas la viveza de ese instante y es como volver a estar allí.