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[Podeis ver el antes y el después de una foto deslizando el indicador vertical.]

Se cumplen seis años y medio desde que me decidí a tomar la cámara por los controles en lugar de por el botón de disparo en modo automático. Durante este tiempo, me he ocupado de estudiar la teoría y ponerla en práctica, jugando.

Concentrarme en los preparativos, el encuadre y la luz me ha traído muchas satisfacciones, pero tengo más inquietudes y es hora de sumar conocimiento adquiriendo nuevas nociones de revelado aplicadas a la fotografía digital.

Revelar una foto significa mejorarla sin alterar su esencia. Muy tímidamente he aprendido a reencuadrar, nivelar, ajustar el histograma, la temperatura de color, el brillo, el contraste, la definición, eliminar algún elemento indeseado… pero el postproceso es una de mis asignaturas pendientes. Sé que es posible mejorar muchas cosas más.

El nuevo objetivo será potenciar mi laboratorio fotográfico para que el antes y el después de una foto marquen la diferencia de una nueva etapa de esta, mi aventura fotográfica.

Derecha perfecta

Podeis ver la diferencia entre la foto original y la revelada por mi con Apple Aperture deslizando la barra central de izquierda a derecha. Un ajuste de niveles en el canal RGB del histograma, un poco de saturación, una máscara de enfoque en la ola y un poco de contraste en las nubes… convierten una ola cualquiera en una derecha perfecta. Vamos a ver hasta dónde llegamos.