Hay momentos irrepetibles que las fotografías nos ayudan a conservar en el recuerdo durante mucho tiempo. Estas fotos en las que aparezco junto a mi hermano pescando en Saians fueron tomadas por mi padre alrededor de 1990 y forman parte de mis más preciados recuerdos.
Durante los veranos de los 80 y principios de los 90, eramos incondicionales de la playa de Fortiñón en Saians. Llegábamos a las 10 de la mañana y no recogíamos antes de que se pusiera el sol. Había muchas cosas que hacer: explorar por las rocas hasta la playa siguiente, pescar pulpos, pintos y maragotas, hacer un hoyo en la arena intentando alcanzar el centro de la Tierra, jugar a las palas con la marea baja, entrenar con el tirachinas, construir una presa en el riachuelo para estancar el agua y convertirlo en una piscina, zambullirnos desde el acantilado para demostrar nuestro valor, nadar en el mar y bucear cientos de olas…
Tengo tantos y tan buenos recuerdos de aquellos tiempos que cualquier parecido con aquellos días irrepetibles solo puede ser imitación. Ahora estoy construyendo mis recuerdos felices y para dejar constancia de ello, también saco mis propias fotos.
Fotos cortesía a mi madre.
- Cámara EPSON XP-750
- Fecha 2013:05:17 09:32:15
- Exposición Automática
- Balance de blancos Automático
- Espacio de color sRGB
- Software de revelado Aperture 3.3
- Dimensiones 1024*695 pixels
- Peso 0.29MB