Ya estoy de nuevo de viaje. Esta vez me costó un poco más de lo normal hacer la maleta, y es que sin duda tiene que ver la falta de práctica.
En otro tiempo habría sido cuestión de apenas diez minutos pero esta vez tenía que empezar de cero: desempolvar la maleta, en otro sitio las chanclas, recopilar todos los artículos de aseo, la ropa, Sani me ayuda a escoger corbata y doblar las camisas -en esto yo soy un desastre-, cargar las baterías, sin olvidar ordenadores, teléfonos, cables, cargadores, pendrives, cámaras, un par de lecturas en papel y el imprescindible cuaderno Moleskine -no se descarga y no hay que apagarlo en el avión- para apuntar notas y pensamientos.
Esta vez la maleta pesaba más que de costumbre, será que he perdido la inercia de viajar. Pronto la recuperaré, es cuestión de entrenamiento.
Lo bueno es que en destino me recibirán unos buenos amigos, luego trabajo.
La foto de los sellos es de los sobres con las fotos para Bixo y JLandro. Ahora que los tengo preparados conseguiré llegar a un buzón. Despegamos.
Animos con el viaje y gracias por acordarte de nosotros. Yo descubrí tu blog en un hotel de Turquía durante un viaje de trabajo.
Ya estoy de vuelta Jlandro, fueron tres días intensos y ahora me encantará retomar la rutina.
Yo pienso que cada vez que uno se separa de la gente que quiere tiene que costar un monton,ya se sabe que el trabajo es lo primero y uno no puede quejarse pero aunque sean solo unos dias es logico que cueste hacer la maleta y que las ganas de irte sean las minimas.Animo Mario,te esperamos con nuevas fotos.
Tras dos días de reuniones de día y de noche 😉 poco a poco me voy voy adaptando. Besos y abrazos desde Barcelona.