En el post sobre el postproceso se hacía una pequeña referencia a la definición de rango dinámico. En fotografía, HDR significa Alto Rango Dinámico (High Dinamic Range). Esto es la capacidad de hacer una foto correcta cuando entre la parte más iluminada del objeto y la más oscura existe una gran diferencia de luminosidad.
Un ejemplo muy claro puede ser una habitación con una ventana que da al exterior: cuando nosotros estamos dentro vemos lo que hay en la habitación y también vemos con nitidez lo que hay en la calle. Sin embargo, si pretendemos sacar una foto, lo más probable es que o bien el interior salga demasiado oscuro, o bien la ventana salga quemada.
Normalmente la técnica HDR -idea ya nacida en el 1850, mucho antes de la era digital- consiste en hacer tres fotografías del mismo motivo: una con la exposición correcta, otra sub-espuesta y la tercera sobre-expuesta (generalmente se suelen seleccionar dos o tres pasos de diferencia entre la exposición correcta y las otras dos). Esto se puede llegar a hacer con al menos dos fotos -no es lo más recomendable- o incluso con más de tres imágenes (cinco tomas con distinta exposición e incluso siete).
Así, la información correspondiente a la zona más oscura va a recogerse con claridad en la fotografía sobre-expuesta y la correspondiente a las altas luces la tendremos en la sub-expuesta. Con ello, y utilizando alguna de las herramientas de software disponibles, se mezcla la información de las tres imágenes obteniendo una como resultado donde el rango dinámico es superior al que nos permitiría la cámara.
La fotografía del post corresponde al Parador Nacional Conde de Gondomar, en Baiona. Está tomada desde el pequeño mirador de la Virgen de la Roca. En este caso, con ISO 100, la exposición de referencia era f/8, 1/200 s; con una diferencia de dos pasos a la sub-expuesta (f/8, 1/800 s) y a la sobre-expuesta (f/8, 1/50 s).
El Photoshop Lightroom -que es el software de revelado digital que uso- no tiene capacidad para procesar HDRs, así que para ello utilizo el Photomatix. De esta forma el proceso que sigo es:
- Correción de perfil (ajustes correspondientes a la lente) y quitar aberración cromática con el Lightroom sobre las fotos en formato RAW.
- Con el Photomatix -aprovechando el plug-in para Lightroom- exportar a TIFF las fotos, procesarlas -seleccionando los parámetros que nos interesan- y, por último, reimportarlas al Lightroom.
- Finalmente, ya con el Photoshop Lightroom, dar los últimos retoques (reencuadre, niveles, enfoque, etc.)
Sobre el uso del HDR hay todo tipo de opiniones. Hace poco leí la de uno que decía que era una herramienta para «malos fotógrafos que no sabían utilizar correctamente la cámara que tenían», otros lo defienden a muerte… a mi me parece que es una gran herramienta que, como cualquier otra, se puede utilizar bien o mal.
Personalmente me gusta mucho la fotografía HDR con acabados naturales. No me suelen gustar los resultados exagerados que ya no parecen una fotografía, pero esto es simplemente una apreciación personal.
Desde hace años ya existen cámaras -incluso las de algún teléfono móvil- que permiten obtener directamente HDRs. Lo que hacen internamente es este mismo proceso que he descrito, pero de una forma mucho más simple para el usuario.
Estoy contigo en que la técnica HDR es una ayuda técnica idónea cuando necesitas mas rango dinámico. Aproximarse a la exposición perfecta es el argumento que más lo justifica.
Personalmente, yo abreviaría el post y añadiría dos o tres situaciones en las que debemos decidir hacer braketing para un posible HDR. También mostraría las tres imágenes precursoras de la que nos enseñas.
Hay una errata y es que la foto subexpuesta debería ser 1/800 en lugar de 1/8000.
Corrijo la errata, muchas gracias 🙂
Ya me parecía a mi desde el principio un poco ladrillo este post. Lo que me comentas lo pensaba poner en un segundo post, para no hacer este todavía más pesado.
Buen fin de semana.